17 Euros
Con prisas por los pasillos del metro, dirigiéndose a su trabajo, escuchó una melodía y al girar, vio la silueta de aquel joven que interpretaba en aquel instante la "5ª de Mozart", con magia en sus dedos hacía vibrar aquellas cuerdas de manera extraordinaria; se iba acercando, buscando unas monedas que poder darle, pues ayudaba a "los artistas" que intentaban sobrevivir, ofreciendo su música en esas condiciones.
Aquella tarde era ella quien recogía del plato las monedas que le habían depositado, al contar 17 euros, en su boca se dibujó una sonrisa agradecida y pensó: ¡esta semana podré comer algo!
jueves, 13 de octubre de 2011
NUESTRO 5º MICRO DE 17 EUROS
Y hoy tendremos ración doble de micros porque siguen llegando con buen ritmo, e incorporando a nuevos autores, dispuestos a mostrarnos como hasta los ámbitos más pragmáticos de nuestra civilización (como es éste del dinero) crea espacios para generar y practicar los valores que nos definen. Un apunte sobre la generosidad y la empatía con el otro nos llega a través de Anna Jorba y su blog El rincón de Anna.
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Gracias por publicar el texto enviado.
ResponderEliminarMe honra la referencia y me llevo el enlace y la foto para ilustrar una entrada en mi blog.
Seguiré pendiente.
Anna, me gustó este micro de 17 euros de protagonista y de mucho más de valor. El arte por desgracia está mal pagado, salvo excepciones, pero no tiene precio en cuanto uno lo hace por gusto. Yo lo pienso así.
ResponderEliminarUn abrazo grande.
Anna, felicidades por el acierto de tu relato, me gusta. Tal vez porque soy hija de músico me has tocado la fibra.
ResponderEliminarUn abrazo
Kety
Me gustaría envíar un micro relato, pero no acierto como enviarlo.
ResponderEliminarAmig@ Anónimo, tiene una dirección de correo electrónico en la columna de la izquierda, debajo del logotipo del Gobierno de Cantabria.
ResponderEliminarTal vez porque cuando bajo las escaleras del metro siento angustia, tu relato me ha hecho recordar lo que agradezco en esos momentos la música de un acordeonista, de un violonchello o de un violín, o de cualquiera que haga vibrar sus notas en esos subterráneos. Soy de esas personas, que por las prisas por querer salir de ese agujero apenas se detiene unos segundos.
ResponderEliminarLa próxima vez : recordaré tu micro y me pararé. Retendré mi angustia por unos momentos.
Gracias por recordarnos un montón de cosas que a veces pasamos por alto.
Un abrazo y suerte.