LECHE JUSTA
La mente matemática de la lechera trabajaba a un ritmo frenético.
Con cuidado de no tropezar, pues conocía la fábula de Samaniego, caminaba entusiasmada portando una cántara rebosante de leche ecológica sobre la cabeza.
—Valor nominal, diecisiete euros —se repetía—. Eso si consigo un precio justo, casi tres mil de las antiguas pesetas… restando la inflación, el valor real será menor… después debo deducir costes, impuestos... y comprar víveres también a un precio justo…
En esas cábalas andaba cuando le ofrecieron diecisiete euros. Pero nuestra pobre lechera jamás había leído a Esopo. Gesticuló con fuerza y simplemente dijo:
—¡No!
Respuesta contundente.Buen micro.Suerte.
ResponderEliminarUna lechera muy calculadora y realista, más de Samaniego que de Esopo, culta, y seguramente ...la pobrecita en el paro.
ResponderEliminarMuy original.
Muchas suerte Gotzon.