REFLEXIONES DE UN EURO
Me mareo. No paran de removerme dentro del bolsillo. No sé para que me han traído hasta aquí, estaba mejor en España, allí vivía tranquilo dentro de la hucha de Guille. ¡Era tan emocionante formar parte de su sueño! Ya éramos 17, le faltaban 90 para conseguir su primera bici, pero se acabó, su padre me cambió por dos monedas de 50 céntimos y estoy dentro de su bolsillo junto a un dólar que me mira con suficiencia, -por poco tiempo- me digo, los euros somos como los habitantes de los países que nos han forjado: luchadores y fuertes.
Buen micro. Ciero españoles trabajadores "tiraos palante",¡jejejeje! suerte.
ResponderEliminarHe llegado hasta el primer micro empezando desde el 24 hasta el primero, y el regustillo de boca que me has dejado me ha encantado.
ResponderEliminarFelicidades Yolanda.
Un abrazo.