Hay muchos anuncios publicitarios quenos recuerdan determinados tesoros cotidianos sin un valor expresable en euros; y hay otros cuyo valor real va más allá del que refleja su etiqueta. Kety Morales nos muestra esa historia de cuando hasta los más pequeño se convierte algo grande.EL SUEÑO DE ALBA
Irene y Alba pasean a la salida del colegio. Alba ha aprendido a leer, y sueña con un cuento que vio en una librería; “La niña de los fósforos” de Andersen-Diecisiete euros son muchos euros, le dice su madre, que tiene que hacer milagros para llegar a fin de mes.
Irene sabe la ilusión de su nieta, y cada día ahorra un euro, aunque a ella también le cuesta con su minúscula pensión.
Y llegó el gran día. A la salida del colegio Irene espera a Alba, impaciente por darle los diecisiete euros.
Todo llega, a veces es cuestión de saber esperar.
ResponderEliminarSuerte.
Anna,así es,y si además tiene recompensa, mucho mejor ;-)).
ResponderEliminarGracias por tus palabras.
Un abrazo
Suerte a todos los participantes.
¡Bien por la abuela! Tan importante es el alimento del cuerpo como el de la mente.
ResponderEliminarBuen micro, Kety.
Saludos.
Todo sea por fomentar la lectura desde niños.
ResponderEliminarGracias MJ, Y suerte
Saludos
Es que las abuelas son capaces de mucho más de lo que aparentan, y los nietos suelen ser su punto más débil. Suerte!!
ResponderEliminarSaludos
Paloma, cuánta razón tienes. Y si se trata de cuentos no hay barreras.
ResponderEliminarGracias por tus palabras.
Saludos, y suerte.
Las abuelas merecen un premio en los tiempos que corren. Un beso muy fuerte para todas las que anden por aquí cerca, y también un abrazo para tí por la sencillez y elocuencia de tu texto.
ResponderEliminarPrecioso.
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