ADIOS A ... UDERZO, EL GALO

Ayer se colaba en las portadas de muchos periódicos una noticia de pequeño alcance, pero de amplio significado: Uderzo, el dibujante francés creador de Astérix, anunciaba a una televisión francesa que se retiraba. Se terminó la colección de 34 volúmenes que comenzó con Astérix el galo en 1961 y terminó en 2009 con El cumpleaños de Astérix y Obélix, 320 millones de ejemplares después traducidos a 150 idiomas.

Tal vez, para entender la importancia haya que recorrer el desierto de literatura juvenil de nuestra juventud; o te aficionabas a las grandes novelas de aventuras de Verne, Stevenson o Salgari (que fueron escritas para adultos), o comulgabas con esas series de niños detectives de Enyd Blyton. La literatura enfocada a niños y jóvenes apenas existía más allá de cuatro cómics, y Astérix fue la catapulta hacia la lectura de los más perezosos por enfrentarse al negro sobre blanco.

La aldea gala era un pedacito de historia, amable, rebosaba bondad por las cuatro esquinas, y hasta el “terrible” ejército romano desprendía una tremenda compasión cuando se empeñaban en la misión imposible de tomar la aldea gala; pero terminabas viajando por las Galias, con Julio César, conociendo a Cleopatra y reparando en el origen de los Juegos Olímpicos. Algunos hasta creyeron ver todo un planteamiento político, pero Uderzo decía en una entrevista para MAGAZINE …”es un crimen traspasar ideas políticas a los menores. Lo digo porque sé lo que fue el fascismo italiano. Por eso también me dan rabia los padres que implican a los niños en cualquiera de sus aficiones o afinidades políticas. (…) En cambio es más honesto hacerlos vivir un mundo imaginario y fantástico. Hay que dejar a los niños creer en lo que ellos quieran”