La Odisea.
Hace años que la estación de Itaca se desmorona en el abismo de la amargura. Como guijarro triste, subsiste Penélope: sentada en un banco, envuelta en olvido mientras la sombra de Telémaco corretea ingrávida entre las vías herrumbrosas. Ella teje hebras de silencio y él vuela una cometa de augurios color basalto. Dicen que la demencia hila su mente, que de noche deshace todo lo tejido durante el día. Lo cierto es que, por esos andenes, sólo transita la memoria acarreando vagones colmados de recuerdos, y que Ulises nunca regresará porque perdió el último tren.
Xavier, escogidas con mucho cuidado y acierto todas las palabras que tejen este relato, le proporcionan una musicalidad muy literaria. Me gustó mucho.
ResponderEliminarUn abrazo.
La canción de Serrat se ha unido la lectura de tu micro. Tus letras elegantes me han capturado.
ResponderEliminarSaludos
Efectivamente, como dice Paloma, se oyen los ecos del nen en esa estación.
ResponderEliminarBonita casualidad. Los dos hablamos de Penélope.
ResponderEliminarXavier, tú la has vestido de ecos líricos y de bella melancolía.
Un saludo
Qué lindo, Xavi. La demencia hila su mente lo que por la noche deshace: para mí ésta es la imagen más bonita del relato. Claro, también, me gusta muchísimo la semejanza que destacas entre las dos Penélopes.
ResponderEliminarUn abrazo.
Yo me quedo con esa memoria acarreando vagones colmados de recuerdos. Para mí es la imágen más evocadora de tu micro. Ella demente, sentada, deshilvanando, y un tren que lentamente se lleva su memoria.
ResponderEliminarPero ...Ulises : ¡volverá para salvarla!, amigo Xavier.
Un abrazo
Precioso micro, con las palabras justas y evocadoras para preservarlo en el recuerdo.
ResponderEliminarBesitos
Esa Penelope triste y desmemoriada en una secuencia magistralmente relatada.Muy bueno.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias a todos por los comentarios. Os contaré un secreto, esa Penélope existe y sigue ahí en la estación, arrastrando su carrito herrumbroso, y su mente rota y Ulises, querida Laura, desgraciadamente no volverá.
ResponderEliminarUn abrazo.
Le has dado un toque de lirismo que le va como un guante al tema. Te felicito.
ResponderEliminarSaludos.
Precioso homenaje a Penélope.Un saludo Xavier y enhorabuena. MAR HORNO.
ResponderEliminarGuau, otra forma de ver lo de Penélope, el que Ulises no regresara sería otro final válido. Me quedo por aquí por recomendación del autor de este texto, y aunque no tengo mucho tiempo, me gustaría participar en el futuro, así que a ver el mes que viene! Saludos y enhorabuena por el blog. Y Xavier, como siempre, me ha gustado esta pequeña historia.
ResponderEliminarBesos!
Quejica
http://soyquejica.blogspot.com