Doble sesión de micros… Jesús González nos visita por primera vez con un texto que impresiona por su contundencia: el deseo de felididad y justicia para el nuevo año trasciende lo personal para convertirse en una lucha universal, en una conquista que clama... un sacrificio. Estas campanadas, como la de Huesca, se oirán muy muy lejos… 12 CAMPANADAS
Fin de año, y el badajo de la Campana de Huesca para hacerlas sonar. Amanecería un feliz año si: a la primer campanada rodaran por tierra las cabezas de los culpables del paro mundial. A la segunda, las de los banqueros que engrosan sus arcas a cuenta de los desahucios de los mas desgraciados. A la tercera, la de los legisladores culpables de dictar leyes injustas. A la cuarta las de quienes con el único fin de venderles armas, fomenten guerras en cualquier lugar del universo.
Nos quedan ocho campanadas para agradecérselo a Dios, dando la buena nueva al mundo
La leyenda continúa. Feliz año.
ResponderEliminarNecesitaríamos muchas campanadas para poner orden en un mundo como el nuestro pero no está mal tu selección, nada mal.
ResponderEliminarSaludos
Muy bien, comparto tus campanadas y deseos de justicia!!
ResponderEliminarTus campanadas gritan justicia y libertad.
ResponderEliminarSaludos.
¡Contigo, Jesús, siempre estamos de celebración!
ResponderEliminarBasta con leer tus artículos. Abrazo. Lns.
Me gusta la revolución que proclamas. Me sobra la violencia y Dios.
ResponderEliminarUn abrazo