Cada año caemos en la misma tentación de pedirle al nuevo año lo que no hemos conseguido resolver en el anterior y, como nos muestra Nicolás Jarque en este destello de ironía, nunca valoramos que los deseos de los demás, aunque no coincidan con los nuestros, también son legítimos…
Los planes de Amanda
A escasos minutos para despedir el 2012 con mi mujer, es imposible no revivir lo que sucedió justo hace un año. Recuerdo que la mayoría no habíamos digerido las doce uvas cuando Amanda gritó:
— ¡Estoy embarazada!
La rodearon enseguida sus hermanas abrazándola. Mientras yo me quedé petrificado sintiendo como me fusilaban los ojos de sus padres, que zanjaron la fiesta cuando nos condujeron a su habitación. Allí nos llamaron críos, nos sermonearon y preguntaron por nuestros planes de futuro. Yo no pude abrir la boca ni cuando Amanda contestó:
—Tenemos pensado casarnos.
A día de hoy aún espero ser padre.
No creo que lo sepas pero esta historia que cuentas parece basada en un caso real que me contaron hace años.
ResponderEliminarEs un engaño terrible, increible que tu protagonista siga aún al lado de esa tramposa. Increible.
Nicolás, bien retratada la astucia de ciertos personajes femeninos y sus argucias para conseguir algo.
ResponderEliminarNavidad en familia siempre trae sorpresas.
Un saludo
¡Jaja! Lo has descrito estupendamente, Nicolás. Arpías, haylas!
ResponderEliminarUn abrazo.
Yo veo un final más abierto. No tengo claro que el protagonista se casara. Habla de "sus padres" y no de "mis suegros", y eso puede ser una pista. Además yo lo veo como dice Juanxxi: el final puede ser pura ironía, una manera sarcástica de decir que ni una cosa ni la otra. Buen Micro.
ResponderEliminarMenuda bruja " te ha tocado" o eso es el parto de la burra que decía mi abuela, en cualquier caso, si había amor entonces...y lo sigue habiendo hoy, el problema es menos problema.
ResponderEliminarMe gustó mucho.
Un abrazo
Vaya argucias se inventan algunas para conseguir sus propósitos...
ResponderEliminarMuy bueno, Nicolás.
Un abrazo.
Mira que se te da bien estos giros... me he reído, aunque la cosa no tiene ninguna gracia cuando ocurre en la realidad, que todavía ocurre...
ResponderEliminarBesitos
Don Jarque, es de los que al llegar abajo recurro al título para acabar de redondearlo en mi cabeza. Jjaja, qué bueno, y que mala.
ResponderEliminarAbrazos (sin planearlos)
Hola Nicolás, a veces la espera : desespera, aunque en este caso esa Amanda tiene mucho peligro.
ResponderEliminarFelicidades por tu micro y un beso