Antonio Muñoz Molina visita Santander en estos días para participar en unas cuantas convocatorias veraniegas: ha estado en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo en el Ciclo ‘El autor y su obra’ con el Curso ‘Itinerarios de un aprendizaje’, y ayer mismo participó en los ‘Martes literarios’ que organiza la UIMP.
Como este mes andamos de viajes y carreteras, seleccionamos un texto suyo en el que desde su ventana neoyorkina intenta imaginar lo que el llama “recuerdos del paraíso”."Cierro los ojos para imaginar el paisaje que me gustaría ver desde mi ventana, o el que me haría detenerme para disfrutar de él y descansar en una caminata por el campo: es un espacio abierto, aunque no del todo, porque hacia un lado se eleva suavemente en colinas; más cerca, la llanura está cubierta de hierba, aunque hay también arbustos dispersos y grupos de árboles; el agua es visible, o hay señales de su presencia cercana; el cielo está azul, aunque hay algunas nubes en el horizonte; algún camino ofrece como una promesa el tránsito hacia la lejanía. Las señales de presencia humana –los caminos en sí, algún campo cultivado– puntean la naturaleza sin desfigurarla. Bandadas de pájaros atraviesan el cielo."
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