Un 4 de agosto como hoy, pero en el revolucionario año de 1789, transcurrió lo que se conoció como “la noche de la locura”, ya que, en cuestión de horas, la Asamblea Nacional revolucionaria, suprimió los privilegios de los nobles y el clero de un plumazo, modificando totalmente la estructura social en Francia, liquidando el Antiguo Régimen por medio de la supresión de la servidumbre, el fin de la jurisdicción de la clase feudal, el derecho exclusivo a la caza y las excepciones fiscales de los nobles y terratenientes.
Una de las cabezas que caerá (literalmente) pocos años después será la de María Antonieta, esposa de Luis XVI. Dicen que su mejor biografía la escribió, probablemente, Stephan Zweig, un austriaco del que ya hemos hablado en Euro-pa-labra en ocasiones anteriores, y que practicó este género con éxito con las figuras de María Estuardo, Magallanes o Balzac.
La obra muestra la transformación de esta mujer, desde la frivolidad más absurda (por ejemplo, se hizo construir junto a su castillo de Trianon un pueblecito campesino a donde acudía disfrazada de campesina, con un cubo de porcelana para ordeñar a sus dos vacas que vivían en un limpísimo establo con grietas pintadas en las paredes) a la grandeza de su persona cuando llega la adversidad, por su firmeza y dignidad, que mantiene a toda costa y con la que logra impresionar hasta a sus verdugos.
Una biografía para disfrutar, sin perder la cabeza…
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