No es un libro pero en su interior guarda la sabiduría de los niños, esa que es capaz de analizar lo que ven sin los vicios del recato y la cursilería. Es una revista, pero como cultura y como medio escrito cubre de sobra su presencia aquí, aunque en este caso, y por causa mayor, le hemos dado a la PALABRA poco protagonismo.
Hemos encargado a cerca de 300 niños y niñas de India, Nepal, Senegal, Perú, Turquía, Bulgaria y la comarca española Saja Nansa a que nos dibujen lo que identifica a los pueblos donde viven. Para los casos más alejados, además, hemos recurrido a diferentes entidades intermediarias que realizan labores muy distintas, pero que redundan finalmente en mejorar las condiciones de vida de lugares muy diferentes, y para presentarlos sí ha habido palabras…
El resultado es un ejemplar de la revista escolar llamada El Eco dedicada al MUNDO RURAL y donde hemos descubierto muchas coincidencias que, pese a las también evidentes diferencias, dibujan un escenario con la Naturaleza como protagonista; el trabajo del campo que pese a la aparición de las máquinas aún conserva una gran parte de artesanía; la importancia de los animales, los domésticos y los salvajes; y un espacio abierto para jugar y convivir sin prisas.
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