lunes, 13 de junio de 2011

ÁNGELES DE PIEDRA

El Aula de de Patrimonio Cultural de la Universidad de Cantabria tiene una actividad en la que cada mes elige una pieza del Patrimonio Cultural de Cantabria para su divulgación. En Junio, la pieza elegida es el Panteón de la Familia del Sel (1909) del impresionante Cementerio de Ballena (asomado al Cantábrico) de Castro Urdiales. El elemento principal de la obra es la figura de un ángel-mujer que protege el sarcófago, todo con referencias al mundo egipcio, muy al estilo del modernismo de la época. Podéis ampliar la información en los distintos enlaces.

Esa figura enigmática de los ángeles de piedra en los cementerios me ha recordado a la escenografía de la primera novela exitosa del internacionalmente afamado Ruiz Zafón. Su primer éxito editorial fue una novela juvenil (sólo escribía novelas para jóvenes hasta triunfar con su primera obra para adultos, La Sombra del Viento) titulada El príncipe de la niebla (1993), ambientada en un pueblo marítimo del sur de Inglaterra durante la II Guerra Mundial, y con la que obtuvo el premio Edebé de Literatura Juvenil. Una de esas obras de misterio y aventura que engancha a los más jóvenes, y donde los ángeles alados de piedra terminan cobrando vida:

“Max interrumpió en el interior de la bodega y la criatura alzó la cabeza y lo miró. Max sintió el impulso instintivo de huir a toda prisa, pero la visión de su amigo atrapado le obligó a enfrentarse a aquella mirada de rabia enloquecida. La criatura cambió de rostro y Max reconoció al ángel de piedra del cementerio local.”

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