En Roma, como en otros muchos sitios, existen verdaderos templos del horror. La arquitectura impresionante y majestuosa de las antiguas edificaciones apenas nos permiten reparar en el dolor y la barbarie que encerraron… sólo cuando las sombras apagan ese brillo, aparecen los fantasmas del pasado; así nos lo cuenta Montse Aguilera.
EL MOMENTO ADECUADO
Algo no funciona.
Debe ser el entorno, así que tomo una decisión, busco el mejor sitio para lograr mi objetivo y espero.
Dejo pasar unos minutos entre la marcha del vigilante y mi salida y entonces sí, por fin, puedo disfrutar del Coliseo a la luz de la luna, en silencio, todo para mí.
Ahora nada me impide oír el rugido de los leones mientras los gladiadores gritan cada vez que esquivan una dentellada o descargan un golpe.
Tremendo!!
ResponderEliminarBuen elemento has elegido, Montse, el Coliseo a la luz de la luna.
ResponderEliminarBesitos