Y tras la luz de las vacciones llegan las primeras sombras… y esta misma mañana nos hemos enterado de que partir de hoy desaparecen de las tiendas de toda Europa las bombillas superiores a 40 vatios. Va a ser en los países del norte dónde más van a sentir esa nueva y pálida iluminación que tienen las bombillas de bajo consumo energético, y por eso se nos ha venido a la mente el título Luces del Norte, una de las tres novelas que forman la fantástica y entretenida trilogía del británico Phillip Pullman. En una Inglaterra paralela a la real, llena de artefactos y sugerentes maravillas, y de cierto aire decimonónico, vive Lyra, una niña de origen incierto, mentirosa, traviesa e ingeniosa. Su aventura será rescatar a un amigo, para lo que habrá de llegar al Polo Norte a través de un universo paralelo al nuestro, donde todos los seres humanos tiene un daimonion, que es como el alma humana, pero exteriorizada en forma de animal. Es en la ambientación y los detalles de este universo donde tiene Luces del norte su máxima riqueza imaginativa: aparatos como el aletiómetro para adivinar la verdad, la daga sutil para rajar el tiempo, gitanos, condesas, espíritus, monos psicópatas, enormes ciénagas, osos acorazados, científicos locos, portales a otros mundos, clanes de brujas, globos y zeppelines…
Su éxito entre el público juvenil le supuso conseguir varios premios europeos y hasta la adaptación cinematográfica de la primera novela con el título de La Brújula Dorada.
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