Una parte importante del viaje consiste en compartir. Puede existir la sensación de que ver la Plaza de San Pedro, el Coliseo o pasear por el Puente de San Angelo solo puede resultar… incompleto. Eso explicaría la costumbre de cargar con detalles representativos de nuestras visitas para familia, amigos y compañeros… Aún así, como nos muestra este relato de Rubén Gozalo, hay otros que eligen el viaje en soledad, e incluso… a la soledad.
ROMA
Aquel verano se quedó en casa, viendo infinidad de vídeos de Roma. Se documentó sobre el Coliseo, el Foro Romano, el castillo de Sant´Angelo, la Piazza del Campidoglio o la Fontana de Trevi. Aprendió algunas anécdotas y detalles del estilo de vida de los romanos. Se informó acerca de los mejores restaurantes y tiendas donde realizar las compras. Además, adquirió por correo postales y souvenires de la ciudad eterna.
-¿Dónde has estado este verano de vacaciones? —le preguntaron en el trabajo.
-No te lo vas a creer, pero he ido a… —dijo mientras iba entregando los regalos.
Descaradamente posible. Muy ingenioso.
ResponderEliminarMuy nostálgico y triste, también. Cuanta parafernalia para mantener una mentira sin sentido...
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