martes, 30 de agosto de 2011

UN MICRO... SECUNDARIO

En una autovía pasa todo tan rápido que no pasa nada. A veces el sentido del término secundario es injusto con el valor de las cosas, peyorativo, sinónimo de deteriorado o incómodo, de espaldas al valor definitivo de lo que tenemos cerca y accesible. Mar González nos muestra los efectos de la prisa y de un progreso al que le gustan más los números que las letras, pero ella tiene muchas otras letras en su blog Los Jardines de Puck.

EFECTOS SECUNDARIOS

En Terradillos de Abajo nunca pasa nada. Sisebuto y Jacinto se sientan cada tarde a la puerta de la taberna. Recuerdan a aquella rubia extranjera que preguntó por dónde se iba a Segovia, a la familia madrileña que olvidó al abuelo en el servicio o cuando se pusieron de moda las pastas que vendía la Engracia. Desde que construyeron la autovía por Terradillos de Abajo nunca pasa nadie. Aunque cerró hace años, Sisebuto y Jacinto siguen sentados cada tarde a la puerta de la taberna. Por la vieja carretera sólo circulan los recuerdos.


2 comentarios:

  1. Si, es exactamente como lo cuentas.
    ¡Cuánta vida da un camino o incluso una carretera! ¡Qué lejos quedan las autopistas!

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