lunes, 19 de septiembre de 2011

LAS LETRAS DE LOS NÚMEROS

Durante esta semana, en el Palacio de la Magdalena de Santander tiene lugar un encuentro entre los científicos más destacados de la física mundial por su XXXIII Reunión Bienal de la Real Sociedad Española de Física. Premios nóbel y físicos de todo el mundo se reúnen para presentar sus últimas investigaciones en ámbitos tan diversos y complejos como la Física Teórica, la Termodinámica, la Información Cuántica, la Física Médica, la Nuclear, la Astrofísica, la Física de Plasmas o… la situación de la mujer en la Ciencia. Por esto último habrá un homenaje a Alejandro Amenábar por el tratamiento otorgado a la figura de la mujer científica en el personaje de HIPATIA de la película ‘Ágora’. La película no ha hecho más que traer al primer plano de interés a una figura que ha sido estudiada e invocada por historiadores, poetas, novelistas y feministas de todas las épocas como un símbolo del ocaso de la cultura clásica y de la libertad sexual.

La película de Amenábar despertó un gran interés en el ámbito editorial. Por señalaros alguna de las obras publicadas a partir del éxito cinematográfico podemos destacar el libro de la profesora de Historia Antigua, Clelia Martínez Maza titulado Hypatia (La esfera de los libros) y que está a acaballo entre la biografía y el ensayo histórico; la novela Hypatia. La mujer que amó la ciencia (Lumen) de Pedro Gálvez, más centrada en mostrar los espacios comunes del mundo clásico y los episodios más míticos de una figura histórica subyugante; o el que estaba considerado como más esclarecedor y mejor tratado de los trabajos de investigación, Hipatia de Alejandría (Siruela), de la polaca María Dzielska (colega universitaria de Clelia) que no sólo repasa la historia “legendaria” de la protagonista, sino que, aunque admite muchas de sus virtudes (inteligencia destacada, abstinencia sexual, vida moderada y circunspecta…), acaba con otros de manera fulminante, por ejemplo, asegurando que Hipatia fue asesinada cuando ya había cumplido los sesenta años, lo que termina con la imagen de una mujer joven capaz de provocar el sadismo y la lujuria de sus asesinos.

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