viernes, 28 de octubre de 2011

NUESTRO 23º MICRO DE 17 EUROS

Como ya hemos visto en algún otro relato el asunto de compartir no siempre ronda el optimismo, porque el dolor, la miseria y la angustia también suelen compartirse. Lola Sanabria nos trae una historia que muestra cómo entregar y recibir siempre tienden al equilibrio.

LA SIEMBRA Y LA COSECHA

Mi primera mujer me dio tres hijos. La segunda, cinco. La tercera, nueve. Cuando mis chicos tuvieron uso de razón, los puse a trabajar conmigo en el campo. Ninguno me culpó de la muerte de su madre. Ninguno me reprochó hacerles ganarse el pan. Una noche, viéndolos tomar el sopicaldo, me entró la tontuna y a cada uno le regalé un euro. Pusieron los diecisiete euros en una cartilla.
Cuando enfermé, el mayor de mis hijos vino a mi cama y me dijo: Pa, no puedes morirte aún. Tienen que rentar los diecisiete euros para un entierro decente.

8 comentarios:

  1. Pues me temo que si les hace caso no se podrá morir en unos cuántos cientos de años!! Buen micro. Suerte

    Saludos.

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  2. Lola, cuanta verdad hay en este relato. A veces los padres que dan poco reciban mucho y a la inversa. Me ha gustado mucho tu micro.
    Suerte y besos de fortuna.

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  3. Paradójico tener que vivir en la más absoluta miseria para poder pagar un entierro digno.
    Duro relato, Lola.

    Un abrazo.

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  4. Lo que siembras, cosechas ¿no? Muy ironico este micro.

    Besitos

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  5. Gracias a todos por comentar el micro.

    Besos volados.

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  6. Hola Lola, voy leyendo uno a uno, y me topo con
    estos diecisiete hijos que en su miseria sólo pensaron en el padre. Muy bueno. Un abrazo.

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  7. Buena cosecha. Habría que tomar ejemplo de esos hijos

    Saludos

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  8. Gracias, Laura. Gracias Kety. No sé, no sé, si habría que tomar ejemplo, pero me alegro de que os guste.

    Abrazos, mil.

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