Los últimos acontecimientos en Noruega han sido una tragedia que por encima de las ideologías pertenecen a aun espíritu perturbado y cercano a la peor de las locuras. La destructiva forma de su reivindicación y la elección aleatoria de sus víctimas es una demostración de una sinrazón que también muestra en sus escritos, cuando confiesa verdadera devoción por la obra de John Stuart Mills titulada Sobre la libertad. El mensaje de esta obra no puede estar más lejos de la manera de obrar demostrada; este libro, escrito en la Inglaterra del siglo XIX fue considerado de una modernidad considerable por la contundente defensa de la libertad individual con respecto a la responsabilidad con la sociedad, y una clara apología de la tolerancia y el respeto a las distintas creencias y minorías. Allí se encuentra el germen de lo que se llamó el principio del perjuicio (harm principle) que mantiene que cada individuo tiene el derecho a actuar de acuerdo a su propia voluntad en tanto que tales acciones no perjudiquen o dañen a otros. Y, desgraciadamente, lo que si reflejan sus líneas es uno de los problemas que siguen sin solución siglos después, y que dibujan el perfil del propio Breivik.
"Nunca se ha llegado más lejos por principio, y nunca se han maniatado a los hombres con más constancia que en materia de religión: caso instructivo en más de un aspecto y que ofrece un ejemplo vivo de la poca fiabilidad de lo que se llama sentido moral; pues el "odium theologicum" representa, en un verdadero fanático, uno de los casos menos equívocos de
sentimiento moral ."
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