Hoy es San Fermín, y la imagen del toro es inevitable. Y hay un libro infantil en las estanterías de cualquier biblioteca que tiene detrás una apasionante historia que casi nadie conoce; es Ferdinando, el toro, una obrita que Munro Leaf escribió en 1936. Ferdinando es un toro sensible, encantador y nada beligerante, al que le gusta oler flores. Pero un día le pica una abeja y unos avistadores que le ven le creen lo suficientemente bravo para llevarlo a torear. Durante la corrida, Ferdinando se niega a embestir y busca una sombra para tumbarse, y terminan devolviéndolo a su verde pradera. Desde entonces el texto se ha convertido en un símbolo de la no violencia en el ámbito de la literatura infantil para unas cuantas generaciones de todo el mundo.
Pero su historia va más allá… Porque el mensaje de este cuento NO gustó a todos por igual, y mientras que Walt Disney hizo un corto animado con ella (que hasta le supuso el Óscar al mejor cortometraje animado en 1938), fue declarado “libro prohibido” por los gobiernos de España y Alemania.
La edición actual en España, de la editorial Lóguez, tiene un formato muy atractivo, con letra manuscrita con ceras de colores y unas preciosas ilustraciones (algunas inspiradas por los grabados de Picasso sobre tauromaquia) del alemán Wermer Klenke que le dan al libro un aire cálido, colorido y alegre.
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